Viola Galleano Psicóloga Psicoterapeuta

Crucé el umbral de la oficina de la Dra. Galleano hace 4 años en un momento muy difícil de mi vida. Yo estaba rota.

Me sentí tan acogida, comprendida y segura que pude iniciar un viaje increíble, fascinante, fatigoso, doloroso y esclarecedor dentro de mí. Era como estar dentro de “Jumanji” con un guía que sabía exactamente qué hacer y cómo hacerme pasar por las sensaciones más intensas, saliendo más consciente, nueva y con herramientas útiles e indispensables para vivir.

Con la ayuda de la Dra., me regalé la libertad.

C.F.

Llevo más de dos años en terapia con Viola, después de 6 años de terapia con otro terapeuta. Trabajar con Viola me ha permitido entrar en contacto con todas mis "yo" del pasado, que llevo dentro de mí. Para mí fue verdaderamente sanadora su capacidad de relacionarse con todas estas partes con igual compasión, escucha y comprensión.

En sesión, siento que todas mis "yo" son bienvenidas, y serán bienvenidas, que sean encantadoras, tristes, enojadas, silenciosas, agresivas, rígidas o infantiles. Siento que esta “audiencia” a todas ellas me está permitiendo poco a poco volver a integrarlas en mí.

M.V.

La Dra. Viola me acogió y me acompañó hasta mis más oscuros abismos, apoyándome con paciencia y fuerza, hasta que allí encontré la luz, mi propia luz. Creo que no se trata solo de psicoterapia, sino de un encuentro entre humano y humano, que nos permite transformarnos en lo que en parte soñamos ser y en parte siempre hemos sido.

Volver a casa, con Viola, fue el mejor regalo que me hice.

R.B.

La gratitud hacia mí y hacia ella, capaz de captar sutiles matices y al mismo tiempo no olvidarse de quién soy en mi totalidad, me acompaña cada día cuando me busco y me encuentro, dentro de mí.

Gracias, gracias por mostrarme una manera bella y buena, de estar conmigo mismo y habitar mi cuerpo en el mundo.

M.P.

Mi experiencia con la Dra. Galleano ha sido mucho más que preciosa.

La sesión terapéutica es un espacio de intercambio acogedor y centrado en la persona, y la doctora es una presencia afable con la que se ha establecido una relación humana sincera y significativa a lo largo del tiempo.

Me acompañó con sensibilidad y profesionalidad en un camino de crecimiento personal y bienestar que repetiría sin duda.

C.N.

A quién se lo sigue pensando... será como tener la misma vida, la misma historia, pero todo mucho mejor!

F.B.